Con la alegría inmensa que implica el recuerdo del Viaje Apostólico del Santo Padre San Juan Pablo II a Cuba del 21 al 25 de enero de 1998, la diócesis más occidental del país se congregó en la Catedral de San Rosendo este 26 de enero de 2023 para la celebración eucarística que conmemoraría el 25 aniversario de aquella histórica visita.
La celebración estuvo presidida por Mons. Benniamino Stella, quien fuera Nuncio Apostólico en Cuba durante los años 1992 a 1999 y por lo tanto sirvió de puente entre Cuba y la Santa Sede al tiempo de la visita papal. Junto a él nos acompañaron Mons. Giampiero Gloder, Nuncio Apostólico y el P. Ariel Suárez, Secretario Adjunto de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba. También concelebraron Mons. Juan de Dios Hernández, Obispo de Pinar del Río y una gran parte del clero de esta demarcación.
Uno de los momentos más emotivos de la celebración fue al dar lectura al mensaje que el Papa San Juan Pablo II le dirigiera a Mons. José Siro González Bacallao, Obispo de Pinar del Río en aquel período y a los fieles de la diócesis al sobrevolar nuestro cielo en la tarde del 21 de enero de 1998, cumpliendo con un deseo de los pinareños.
En la homilía Mons. Stella expresó su cercanía a las víctimas del huracán y elevó una súplica por quienes aún no logran recuperarse de este impacto; mientras ánimo a quienes se entregan en solidaridad a ayudar a los damnificados para que no decaigan
Deseó abordar tres aspectos fundamentales de la misión de la Iglesia:
«El anuncio. Jesús envió a los discípulos a anunciar el evangelio al mundo entero. La Iglesia nació así, misionera. Por eso el Papa decidió salir al encuentro de todos los pueblos.
La Iglesia tiene un don que comunicar al mundo.» (…)
«Santificación: La Iglesia no comunica solo el anuncio sino su propia vida, y eso lo hace a través de los sacramentos. Por eso es necesario cuidar las celebraciones.» (…)
«La caridad: La vida de un Dios que es amor; no es otra cosa que amar. Testimoniar es amar y servir. Ahí llega a plenitud el anuncio y la santificación de los sacramentos.
Es también misión de la Iglesia la caridad y con ella la promoción humana de su dignidad. (…)
La Iglesia es maestra de humanidad. (…)
«Querida Iglesia de Dios en Pinar del Río, recorran también en esta hora llena de desafíos y pruebas, el camino del anuncio en la caridad y el servicio a sus hermanos… Dios ha bendecido a esta Iglesia con la particular cercanía de la comunión y la oración en el camino Sinodal. (…)
En distintos momentos de la celebración, elevamos una plegaria por el descanso de Mons. José Siro González Bacalao, de feliz memoria.
Junto al pan y al vino se presentó un ramo de orquídeas, cultivadas en tierras sanjuaneras, representando la sencillez y delicadeza de nuestra vida cristiana, pero también el deseo de transmitir la grandeza del encuentro con Dios, adornando la existencia humana con la belleza del Evangelio.
En los minutos finales, Mons. Stella recibió de manos de la familia Robaina un estuche de tabacos que llevaba la pintura del valle de Viñales, obra del artista de la plástica pinareña Juan Suárez Blanco, recordando las ofrendas presentadas a nombre de la diócesis en la Santa Misa del 25 de enero en la Plaza Cívica José Martí.
